Antes que nada, instalamos wimlib, una librería para operar con las imágenes de Windows, WIM, que pueden contener múltiples imágenes de disco, sea Windows Pro o Home. ¿Por qué importa eso? Porque lo veremos luego, lo necesitaremos para instalar Windows. Nos ayudará a dividir imágenes para formatos en donde tengamos restricciones de espacio.
¿Tenemos un pendrive de 8 GB a mano? Formateamos, la tabla de particiones debe ser gpt y el formato, FAT32. GParted nos hará el apaño ahí. Nos aseguramos. Y además con lsusb sabemos cuál es cuál. Puede ser, por ejemplo, /dev/sdb/, pero sólo con el pendrive montado sabremos dónde es. En mi caso es /run/media/daniel/XXXXXX/, donde XXXXXX puede ser la etiqueta que le asignemos. Si no tiene nombre, es una serie de números y letras al azar.
Ahora la segunda parte es extraer los contenidos de la ISO de Winny que nos descarguemos en cierta carpeta con cualquier programa que sirva para descomprimir como Engrampa, pongamos win11iso, y para allá que vamos.
En la terminal, asegurándonos antes con pwd, escribimos esto:
1sudo rsync -vha --exclude=sources/install.wim * [ruta_pendrive_usb]
Transfiere todos los contenidos, excepto la imagen Windows relativa a la instalación. Ahora vamos con ella.
1sudo wimlib-imagex split ./sources/install.wim /run/media/daniel/5088-748D/sources/install.swm 3800
¿Qué hemos obrado? Hemos dividido la imagen justo en 3.800 megabytes dado las restricciones del formato FAT32, que no puede rebasar de los 4 GB por archivo. Paciencia. Puede tardar minutos, pero en cuanto esté hecho todo, ¡a reiniciar el PC y a arrancar desde el USB!
# ¿Que tengo mi pendrive en formato NTFS?
No os preocupéis, todo se resume en:
1sudo rsync -vha * [ruta_pendrive_usb]
¡Ah, y tener instalado ntfs-3g y parecidos para poder operar con este formato!